04 octubre 2007




Si la libertad fuera algo de verdad que se plasme y se consiga
o que nazca desde algún recóndito rincón de la naturaleza,
la veríamos y emprenderíamos un camino claro,
aunque siempre con tropiezos.
Pero no por nuestros errores andaríamos atentando
contra el resto cagados por el miedo,
y menos utilizaríamos armas ante quienes
desafían la mentira impuesta por la pólvora y el dinero.


Qué hace que en Birmania ande un buda con un palo en la mano.


Por muy pacífico que sea el camino que emprendemos,
sabemos cuando estamos en presencia de los tentáculos
de la mano invisible.


¡Si hay que callar no callemos!






Y todos los lugares de esta Tierra triste

1 comentario:

Unknown dijo...

a todos los rincones donde el ap.ego se ha echo poder...
a todos los reconditos sitios donde la temporalidad de universo es una fe...
a todo lo nuestro de ha de perecer...
paz a todo lo que es