Antes de cada entrada militar, los capitanes de conquista debían leer a los indios, ante escribano público, un extenso y retórico Requerimiento que los exhortaba a convertirse a la santa fe católica:

“Si no lo hiciéreis, o en ello dilación maliciosa pusiéreis,

certificoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente

contra vosotros y vos haré guerra por todas la partes

y maneras que yo pudiera,

y os sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia

y Su Majestad,

tomaré vuestras mujeres y hijos y los haré esclavos,

y como tales los venderé, y dispondré de ellos como su Majestad mandare,

y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males

y daños que pudiere…” [1]

Porque en la Visión de Dios Misión

no Confiamos

[1] Daniel Vidart, Ideología y Realidad en América Latina. Montevideo, 1968,
en Las Venas Abiertas de América Latina, Eduardo Galeano. Catálogos, Buenos Aires 2005

Antes de que nacieras
Antú era un lucero.
Desde que tú naciste
se convirtió en un astro.

Desde que te vi,
mi vida alumbraste
y sentido le otorgaste.
Desde que te vi
la vida ya no da soledad,
me da un arrastre de esperanzas.

Porque tu boquita empuñadita al viento
va diciendo que el camino se desasfalta
cada vez que volamos en un nuevo abrazo,
y al ver la vida desde aquí se siente
con alegría, armonía, felicidad, paz
orgullo esfuerzo primavera verano y nuevamente primavera.

Despiertas y Antú emerge entre las montañas
y Cuyen se pierde en el horizonte.
Con tu sonrisa siento la brisa
al mismo tiempo que los 7 rayos de Antú.
El frío de tu ausencia me deja antumi´o.

Quiero que nos movamos en verano,
quiero que nos movamos rápida y calurosamente
como Antú sobre nuestras cabezas este verano,
para que nos iluminemos tanto como las
verdes nubes de nuestros sueños.
Sueños que dicen que en esta realidad
tu y yo haremos lo mismo que hicimos
cuando sólo eramos polvo en el viento... armonía!

En la esperanza de un nuevo día,
de una nueva contemplación en secreto,
es la despedida de Cuyen.
Pero Antú se hace presente
y tú al igual que Él,
a mi día le das luz

Si no acontece en las ciudades

se propagará en los canales

y se dice que en las calles

no acontece porque asusta...

!

Mapu ha intentado no ser una eterna víctima.

Antú trata de que su fuego siga dándonos la vitalidad

y seguir siéndonos de guía.

Cuyen seguirá siendo la fiel compañera de cada solitaria noche.

Nuestra vida seguirá fluyendo entre el aire que se mantiene

entre Mapu, Antú y Cuyen.

El fuego prende la válidez de Mapu comprendida en planta.

La luz de natura se nos hace presente

cuando Cuyen releva en su tarea a Antú.

Dentro de ese círculo estamos completos en plenitud.

Manifiesto Ser Humano

Que se le va a ir la mano, ya no aspire tanto!

Hermano ya no aspire tanto,

a qué aspira.
Cómo el ansia de poder en su cabeza se estira.
No te diré a qué aspiro, científico;
no te diré en qué me inspiro, político!

Ya están las trincheras puestas, abiertas las puertas. Entrará lo que sea y saldrá lo que fuera sobre tejados estando, inspiración contemplando, abajo en calles rodando por el aire viajando viento des controlando.

Será que volamos y despegamos con Ares a mejores lugares, como nubes de hogares. Despabilando a los chicos, apasionando a los grandes, discriminando rivales.
A paraísos fiscales, trampas legales!
A conexiones siniestras, alianzas maestras!
De paraísos lugares, incondicionales.

Ganas de dinero, de ganas tener. Son las que el ser humano habrá de temer cuando llegue el extraño buscando alquiler y así sorprender y con trabajo poder esclavizar la mujer pudiendo armas tener pal pánico ejercer. Quizás por placer, vaya uno a saber, qué mierda en el cerebro ese hombre tener o qué cosa comer si es que tiene el poder pa comprar y beber lo que le dicta el bolsillo o el hambre de su mujer, que por hambre no sabe lo que debe comer para su cuerpo crecer y dar a luz nuevo ser, nuevo ser serser ser!

Qué educación va a tener! Si pal padre tener es mucho más que saber, si el padre le dice lo que en la vida ha de hacer. Y lo que le importa es dinero solamente tener. Después con el tiempo, nuestro maestro a saber, sabrá uno en el mundo qué es lo que tiene que hacer, cuando tiembla la tierra y mil edificios caer.