Así comienza esta historia:

Los procesos son lentos, lentos

con depresiones, intentos y vientos...

Está tan lindo afuera, pasa el sol entre las nubes y ya a este instante le han despejado. El paso para que alumbre esas montañas verdes donde han trazado caminos el hombre, para ir más rápido solamente, para aislarse del hacinamiento urbano de las ciudades, permitirse un momento para interiorizarse y negarse de lo malo que adentro tenemos.

Y mientras, en La Estrella publican que los científicos han determinado la invulnerabilidad de la resaca por embriaguez. Un descubrimiento, la caña no tiene cura. Por otro lado, hay científicos planeando conquistar la luna. Pobre Luna, le llevarán enfermedad a falta de vacuna.

Las carreteras les fueron quedando pequeñas, agarraron sus barcos y zarparon. Hoy despegan sus cohetes. Cuando se quedan pegados en lo que les da dinero incluso pueden llegar a cobrar por hacer un flete. ¿Eso suena fuerte?

Y se van haciendo fuertes, porque otros estiman que su servicios merece a cambio dinero, y se lo entregan. Con ese dinero acumulan, mandan cohetes a la Luna, barcos al Tercer Mundo, aviones a balnearios excéntricos de turismo, bases militares en zonas estratégicas, como la Antártica; y ponen iglesias entre medios de nuestras gentes, cerca de las plazas o en rurales zonas. O donde sea que caliente el Sol.

Ya no descubrimos tierras, nos inspiramos en ella, aunque de arrazarla se ha encargado la empresa, por verdes papeles la han agotado y ultrajado. Lo que queda se cuida en pleno, aunque la quieran violar por carreteras, y por la integración de la región, pero las palabras bonitas resultan siendo falsas, siendo el progreso agresivo el que se oculta como rosas, y así seguir agotando el sustento de todo ser vivo. Expropiados de natura, perdiendo el conocimiento de la interpretación de los signos de la naturaleza..."Amamos la naturaleza por su belleza, no porque su presencia promete riquezas"1

Ya se darán cuenta que el Sol se quedó en el cielo, nada más que para iluminar nuestra Tierra, y vivamos en y con ella.

Seamos. Dejaremos de ser por siempre lo que nunca hemos sido jamás.

1. Todorov, Tzvetan; "La conquista de América: el problema del otro"; pág. 33.

2. Foto 1 estraída de www.olhares.com; Foto 2, Mural Venezolano.

Naturalidad Global

“No has tenido la conciencia de cuidar
a la madre naturaleza como debe de ser,
y ahora vais llorando
y estáis pensando
que la arreglen en un taller.
Y es que este mundo vino sin libro de instrucciones,
Y lo dejamos en las manos de cuatro cabrones…”1

El planeta se está secando en las manos de los usurpadores que son los mismos que quieren llevar la batuta en iniciativas de descontaminación. Vámonos todos de estas camisas de fuerza asfaltosas que le han puesto al servivoplaneta, la verdadera vida ocurre allá afuera y retirándose a la libertad se siente la naturalidad del campamento ecológico, del refugio en la montaña, del solidario contra el desconfiado. De la intemperie, del agua fría cayendo por la montaña rápida y eternamente. De los manantiales a los pies del camino, fuentes vitales de alegría en movimiento. Verdes los prados verdes las nubes. Todo en uno, círculo planetario.

Un solo lugar, Planeta Tierra. Ministerio de Vida y Subsecretaría de susbsistencia es lo necesario. Que el ministro sepa usar los recursos de la tierra sin atrofiar los procesos naturales. Que las autoridades sean quienes sepan haber vivido en la montaña por un año, se hayan encontrado con la vida en su máxima expresión y dirijan una forma de vida armónica con el Sol, la Luna los Ríos y la Tierra. Sin atormentar la vida del planeta ni tapar con edificios los cometas. Todos deben tener derecho a ver el cielo, libertad de encumbrarse en un cerro y sumergirse en el mar. Eso es libertad. No se hable aquí de poder elegir la tapa plástica que evita el chorro. No de las ganancias capitales ni de la leche que se prefiere acumular en vez de compartir. Da lo mismo, siempre habrá un gato por ahí que quiera beber un sorbo. Basta con dar un vistazo en la escalera.

1 Fuck tha Posse, "Freestyle Naturaleza", en Demasiado honor para tanta hambre

Fotos por M. Ripetti